La relación con tu hogar va más allá de la elección del mobiliario o la decoración que más te gustan. Vivir en una casa saludable exige tener en cuenta una serie de factores que te ayuden a sentirte cómodo, protegido y feliz en cada uno de los espacios que conforman tu hogar. Averigua si tu casa cumple con estos requisitos de salud interior y transforma tus estancias en lugares repletos de buenas energías.
¿Qué ocurre cuando el ambiente del hogar no es el adecuado?
Salvo en algunos trabajos puntuales, pasamos el 90% del tiempo en espacios cerrados de los que un amplio porcentaje corresponde al hogar. Esta relación de tiempo explica en gran medida por qué el diseño de la casa tiene tanta influencia sobre la felicidad de sus moradores. Cuando pasas tantas horas en un espacio que debería ser tu templo de bienestar, todos los detalles son importantes.
¿Has oído hablar de las enfermedades psicosomáticas? Como consecuencia de la conexión existente entre la mente y el cuerpo, el organismo es capaz de expresar físicamente un malestar que tiene un origen psicológico o emocional. Así, la manera en la que te afecta el ambiente interior de tu casa también puede manifestarse en algún problema de salud. Los más comunes son:
- Cefaleas
- Hipertensión
- Alergias y problemas respiratorios
- Estrés e inquietud
- Dolores articulares
- Dificultades para conciliar el sueño
- Alteración de los ritmos circadianos
La salud de un hogar influye en la salud de quienes lo habitan. No se trata de tendencias decorativas ni de motivar reformas innecesarias, pero cuando se pierde el equilibrio en el ambiente hay que hacer lo posible por recuperarlo antes de que tu organismo sufra las consecuencias.
Claves para disfrutar de un hogar saludable: ambientes repletos de energía
¿Conoces a la consultora japonesa en decoración Marie Kondo? Su máxima es que “la verdadera vida empieza después de poner la casa en orden”. Partiendo de este lema se pueden realizar numerosas interpretaciones acerca del concepto de orden y del ambiente en el hogar.
Para conseguir una vivienda saludable habrá que plantearse ese orden desde una perspectiva mucho más amplia y que afecta a seis aspectos fundamentales de tu hogar:
- La temperatura dentro de casa. Mucha de las afecciones respiratorias más comunes son consecuencia de una climatización deficiente dentro de casa. ¿Demasiado frío? ¿Demasiado calor? Piensa en tu casa como en un pequeño microhábitat en el que la temperatura debería mantenerse estable entre los 19 y los 21º C con independencia de cuáles sean las condiciones climatológicas en el exterior. Para evitar los cambios drásticos de temperatura es importante garantizar un buen aislamiento térmico de la vivienda. Algo que se consigue con el empleo de los cerramientos adecuados.
- La luz natural. Es gratis y es uno de los mejores recursos naturales de los que puede disfrutar un hogar. La luz del sol es sinónimo de salud, de energía y de bienestar. Sin ella resulta casi imposible concebir el diseño de una vivienda saludable. La ciencia ha demostrado que los neurotransmisores cerebrales interpretan la luz con la actividad y la oscuridad con el descanso. Para llenar tu casa de vitalidad debes llenarla de sol. Limita tu dependencia a la luz artificial y prueba a abrir más las persianas. Una buena disposición del mobiliario, objetos decorativos como espejos y cristalería y los colores claros en paredes y textiles te ayudarán a llevar esta claridad a los rincones más oscuros de tu casa. Si la luz natural no es suficiente para conseguir una iluminación óptima siempre puedes recurrir a las luces LED: afectan menos a la vista, son más eficientes y reducirán de manera notable tu factura de la luz.
- La ventilación eficiente. En casa debes sentirte protegido, pero no encerrado. El aire que se respira en el interior de una vivienda tiene mucho que ver con las sensaciones que esta transmite. Es cierto que conseguir una bocanada de aire limpio en casa resulta cada vez más complicado en las ciudades en las que la polución y el aumento de las emisiones de dióxido de carbono se han convertido en un problema. No obstante, existen en el mercado cerramientos con sofisticados sistemas automáticos para la renovación de aire que evitan la necesidad de abrir de par en par la ventana para que la atmósfera en el interior de casa se regenere constantemente.
- La humedad relativa. Parece que hablar de humedad en casa es referirse a una amenaza silenciosa que causa graves problemas de salud. Es cierto que un exceso de humedad resulta perjudicial para las vías respiratorias y es responsable de la aparición de moho o desconchones en las paredes. Pero que el ambiente interior del hogar esté demasiado seco tampoco te beneficia. La humedad relativa en una casa debe mantenerse entre el 40% y el 60%. Fuera de estos valores existe más riesgo de que se produzcan algunos de los problemas que hemos citado. Obtener el nivel de humedad adecuado en el hogar depende mucho de la orientación de la vivienda, la eficiencia aislante de los cerramientos, la transpiración natural de las paredes y la correcta ventilación de las estancias.
- La interferencia de las radiaciones. Solemos prestar mucha atención a las antenas o el cableado eléctrico que rodea nuestros hogares pero, ¿qué hay de lo que tenemos en casa? La vida moderna ha llevado hasta nuestros hogares la dependencia a infinidad de aparatos tecnológicos que directa o indirectamente también suponen un riesgo para la salud. En la medida de lo posible, evita las interferencias de las ondas electromagnéticas en casa, sobre todo en espacios como el dormitorio en los que la calidad de tu descanso podría verse comprometida. Fuera móviles en la mesilla de noche, cargadores conectados en cada enchufe de la casa o dispositivos electrónicos encendidos cuando nadie los está utilizando.
- La calidad de tu descanso. El hogar debe ser concebido como un espacio cálido y acogedor que nos ofrece protección y descanso. Esa sensación de tranquilidad se obtiene a través de todos los sentidos. Percibimos el hogar como un entorno seguro porque reconocemos su olor, sentimos el abrigo de una temperatura estable, nos identificamos con sus colores y su orden y disfrutamos de su silencio. Este último aspecto es decisivo para garantizar una de las principales características de las casas saludables: un buen descanso. El aislamiento acústico ratifica esa distancia entre el espacio exterior y ese lugar íntimo y único en el mundo que representa tu hogar. Los cerramientos con propiedades aislantes como el PVC te ayudarán a conseguir ambientes más silenciosos en los que disfrutar de un sueño de calidad con todos los beneficios para la salud que ello conlleva.