La humedad por condensación es un problema que está presente en la mayoría de los hogares durante todo el año. Pero es en invierno cuando más se acentúa su presencia y sus consecuencias. De todas las habitaciones de casa, el baño es la que más se resiente. Como sabemos que no te gusta que los espejos se empañen y mucho menos que aparezca moho en los rincones, te explicamos de dónde viene ese exceso de humedad y cómo puedes evitarlo.
¿Por qué tengo humedad en el baño?
En artículos anteriores hemos hablado de las diferencias que existen entre la humedad por filtración y la humedad por condensación. En el caso del baño, el problema principal está en este último.
La condensación es el cambio de estado de la materia en forma gaseosa a forma líquida. De modo más gráfico: durante la ducha se forma vapor de agua, que no es más que el agua evaporada y transformada en un gas. Cuando el aire que contiene estas partículas entra en contacto con una superficie fría (por ejemplo, la cerámica del lavabo), recupera su estado líquido y se transforma en gotas de agua.
Es imposible darse una ducha en invierno sin que se forme vaho. Esto se debe a que, a menos que te duches con agua fría (cosa poco probable en esos meses…), hay una gran diferencia de temperatura entre el agua y el ambiente. La consecuencia es que acabas saliendo de la ducha envuelto en una nube de niebla, como en el escenario de una película de terror.
Pero el terror es lo que viene después, ya que ese exceso moléculas de agua en forma de nube flotando en la estancia es el principal desencadenante de la aparición de humedad por condensación en el baño y de las consecuencias asociadas a este tipo de ambientes.
¿Qué problemas provoca la presencia de humedad por condensación?
Si la habitación no dispone de soluciones de ventilación eficientes para eliminar rápido el vapor, no tardarás en notar los primeros efectos de la humedad en el baño.
Las pequeñas gotas de agua condensada se pueden manifestar en cualquier superficie: paredes, azulejos, puertas, muebles, espejos, sanitarios… No afecta a todas por igual pero comparten un rasgo común: son bastante molestas.
Tocar objetos mojados no resulta nada agradable, por no hablar de cuestiones de seguridad. La humedad puede comprometer el funcionamiento de algunos dispositivos electrónicos o provocarte un resbalón.
Estas son consecuencias inmediatas de que el baño esté húmedo. No obstante, los problemas más graves aparecen a medio-largo plazo.
- Pintura levantada
- Maderas hinchadas
- Juntas de azulejos ennegrecidas
- Cortinas mohosas
- Zócalos sucios…
En general, la estética del cuarto de baño se puede ver muy afectada si no se abordan de forma rápida y eficiente los problemas de condensación. Y no se trata solo de una cuestión estética: esas manchas negras que aparecen en las superficies son en realidad colonias de bacterias que se han transformado en moho. Algo nada recomendable para tu salud.
El moho en el techo, las equinas o las juntas siempre es un riesgo. Aunque te parezca que solamente está ahí para afear el aspecto de tu cuarto de baño, es un elemento vivo y cambiante.
Durante su proceso de expansión va expulsando toxinas que se quedan flotando en el ambiente. Si entran en contacto con tu organismo pueden provocar reacciones alérgicas autoinmunes, dificultades respiratorias e incluso problemas hepáticos e intestinales.
3 trucos para evitar la humedad en el baño
La humedad en el baño es un fastidio por problemas estéticos y de salud. Cuanto antes te deshagas de ella, mejor. El invierno es una época complicada porque, como las superficies están más frías, se produce mayor vapor de agua cuando te duchas. Pero siempre hay formas de minimizar este efecto:
- Reduce la temperatura del agua que empleas en la ducha. No es cuestión de que pases frío, pero sí es un buen momento para plantearte si no estarás abusando un poco del termo. Una temperatura moderada evitará que se forme tanto vapor de agua, aligerará el tiempo que empleas duchándote y supondrá un importante ahorro de recursos.
- Procura dejar puertas y ventanas abiertas mientras te duchas. Es cierto que en invierno lo que más apetece al salir de la ducha es que la nube de vapor de agua te siga ‘protegiendo’ mientras terminas de secarte. Sin embargo, la mejor forma de prevenir la condensación es evitar la formación de vapor. Una buena ventilación siempre es efectiva.
- Sácale partido a la calefacción. Si consigues que antes de la hora de la ducha el cuarto de baño esté a una temperatura ambiente moderada, no se formará tanto vapor aunque emplees agua caliente. También es posible emplear un pequeño calefactor eléctrico solo mientras te duchas. Esta generación de aire cálido tiene el mismo efecto.
Productos para tratar humedades en el baño
Hay otro modo efectivo de actuar contra los efectos de la humedad en el baño: adelantarse al problema. Para ello existen en el mercado numerosos productos diseñados para evitar que los lugares más conflictivos del cuarto de baño se resientan por efecto del agua.
Seguro que si indagas un poco encuentras soluciones de todo tipo. Nosotros hemos seleccionado las que nos han parecido más económicas y prácticas. La mayoría de ellas puedes utilizarlas sin necesidad de tener conocimientos avanzados. ¡Solo hay que ser un poco manitas!
- Pinturas antimoho y anticondensación: las paredes del baño requieren de tratamientos especiales para evitar que la humedad les afecte. Las pinturas antimoho y anticondensación son productos de base acrílica, transpirables al vapor de agua.
- Blanqueadores y siliconas especiales: las juntas de los azulejos y los bordes de las bañeras así como los platos de ducha son algunos de los lugares favoritos del moho. En estos espacios se dan las condiciones de humedad y temperatura perfectas para que las colonias de bacterias se reproduzcan con mayor rapidez. Las siliconas y blanqueadores antimoho tienen una composición especial capaz de repeler la humedad.
- Sprays de limpieza antifúngica: los productos de limpieza convencionales no acaban con el moho. Incluso con la aplicación de lejía diluida en agua lo único que consigues es eliminar las capas oscuras superficiales. Para actuar en profundidad y prevenir la aparición de estas colonias, lo más recomendable es que en la limpieza de los azulejos del baño emplees productos de limpieza antifúngicos. Suelen comercializarse en formato spray y son muy efectivos.
- Deshumidificadores: hay aparatos que de forma autónoma detectan la humedad presente en el aire y la eliminan. Los deshumidificadores son dispositivos muy prácticos en baños con escasa o nula ventilación en los que por cuestiones arquitectónicas no es posible instalar un extractor en la pared. A través de sus rendijas absorbe el aire húmedo, lo filtra y lo conduce por un sistema de condensación y evaporización que extrae el agua del aire. Así, en lugar de quedarse en las paredes de tu baño, esas gotitas terminan en un depósito dentro del aparato.
Aparte de todos estos consejos, hay una forma más efectiva y duradera de deshacerse de la humedad del baño en invierno y en cualquier época del año: el doble o triple acristalamiento de unos cerramientos bien aislados. En Alugal te ayudamos a escoger las mejores ventanas para tu vivienda.