Cuando pensamos en la arquitectura de una vivienda solemos hacerlo desde una perspectiva unitaria. Es cierto que el éxito en el diseño de una construcción está en saber encontrar la armonía del conjunto, pero no debemos pasar por alto que ese conjunto se compone de pequeñas particularidades. Cada estancia de la casa tiene unas necesidades de luz y de ambiente muy bien definidas. Elegir los vidrios más adecuados para cada una de ellas hará que nuestro hogar sea mucho más confortable y eficiente desde el punto de vista energético.
El papel de los vidrios en las estancias de la casa
Frente al 20 o el 30% de superficie que representa el marco de la ventana, el vidrio acapara el porcentaje restante y, en consecuencia, es el protagonista de cualquier cerramiento acristalado. Por su gran resistencia a la compresión, en ocasiones superior a la del hormigón y a la de algunos aceros, el vidrio es el material por excelencia de las ventanas de calidad.
Con todo, el papel de los vidrios en las estancias de la casa puede ir más allá de los aspectos funcionales relacionados con la estanqueidad, el hermetismo o la seguridad. Este es, además, un material con un gran potencial estético y su empleo como elemento decorativo amplía las posibilidades de diseño del hogar.
El vidrio se puede emplear como solución estética en las mamparas y encimeras del baño, en la barandilla de una escalera, en la separación de estancias para aportar una mayor sensación de amplitud o como techo de terrazas y pérgolas de jardín. Es un material versátil que resulta útil en infinidad de escenarios y al que se le puede sacar mucho partido si se trabaja de la forma adecuada.
¿Cómo escoger los vidrios adecuados en función del lugar en el que irán instalados?
Si los vidrios proporcionan tanta libertad desde el punto de vista del diseño es porque desde la perspectiva de lo funcional también son un material heterogéneo. Dependiendo de su composición química y del mayor o menor peso de las materias primas que la integran (dióxido de silicio, óxido de aluminio, carbonato de sodio, caliza, dolomita, sulfato sódico…) el vidrio puede manifestar propiedades muy variadas.
Estas particularidades de cada tipo de vidrio hace que determinadas opciones sean más aptas para según qué espacios de la casa.
Con esta breve guía puedes hacerte una idea de lo que más te conviene en cada caso.
Mamparas divisorias de interior
Si has decidido reemplazar las paredes por vidrios para proporcionar más luminosidad a tu salón o a un despacho en el interior de casa, aspectos como el aislamiento térmico o acústico no serán prioritarios. En este tipo de espacios en los que lo único que necesitas es establecer una división mediante un elemento físico, los vidrios monolíticos te vendrán genial.
Se denominan monolíticos porque están formados por una única capa de vidrio y son la alternativa más simple de cuantas existen en el mercado. Sus grandes ventajas están en el aspecto estético, no en el funcional. En este sentido, hay que destacar tres variedades de vidrios monolíticos:
- Vidrio simple: es la opción básica, el vidrio común que normalmente tiene un aspecto incoloro, aunque en ocasiones también se presenta en un tono monocolor verde, azul o bronce. Es el vidrio más habitual en el mobiliario del baño, por ejemplo.
- Vidrio decorado: puede ser coloreado, impreso con dibujos o relieves, traslúcido y con detalles ornamentales, mateado con ácidos o chorros de arena… La lista es interminable. No en vano, el vidrio decorado es el más empleado a la hora de crear ambientes mucho más personales, de modo que hay tantas variedades como gustos del consumidor.
- Vidrio tratado: la ausencia inicial de propiedades aislantes no tiene por qué suponer un problema cuando el vidrio monolítico se emplea en el lugar adecuado. De hecho, este tipo de material se puede manipular con procedimientos físico-químicos para obtener otras ventajas interesantes: tratamientos antisuciedad, antireflejos, antirayaduras o de refuerzo ignífugo son algunas de las opciones más comercializadas.
Cerramientos en baños y cocinas
Por lo general, los baños y las cocinas no son las estancias de la casa más expuestas al exterior. En base a esto, las exigencias en cuanto a seguridad y resistencia son de grado intermedio. Unas condiciones que reúnen a la perfección los vidrios laminados o comprimidos.
El vidrio laminado está compuesto al menos de dos capas entre las que se intercala una lámina de polímero denominado PVB. A mayor número de capas comprimidas junto a este polímero, mayores son las propiedades de durabilidad que proporcionan estos vidrios.
El descanso perfecto en tu dormitorio
Uno de los aspectos clave en los dormitorios es el aislamiento acústico. Existen muchas combinaciones entre tipos de vidrios y carpinterías para ventanas, pero te recomendamos que, como mínimo, te plantees siempre la utilización del doble acristalamiento o vidrio DVH (Doble Vidrio Hermético).
Hasta en las versiones más simples se puede apreciar cómo esta tipología de vidrios ya marca una diferencia. El doble acristalamiento recibe esta denominación porque se trata de un vidrio compuesto por dos cristales entre los que se coloca una cámara hermética de aire deshidratado. Gracias a este aire de relleno en el interior, el doble acristalamiento optimiza la climatización de la estancia, reduce el ruido del exterior y mantiene las habitaciones aisladas de la humedad.
Máxima seguridad en las zonas más vulnerables
Los salones con grandes ventanales, un bonito tragaluz que acompaña la bajada de una escalera o una terraza acristalada son elementos que aportan gran belleza a la fachada de una vivienda, pero también la hacen más vulnerable. Aunque inicialmente los vidrios templados tuvieron una mayor acogida en establecimientos comerciales de cara al público, bancos y oficinas, esta modalidad de vidrio también se ha implantado en la arquitectura doméstica.
El vidrio templado se caracteriza por su resistencia y su durabilidad. Es capaz de absorber sin problemas los impactos más fuertes, por lo que supone un incremento en la seguridad de las fachadas más vulnerables. Si por su ubicación o por las características de la fachada consideras que tu casa necesita un extra de protección, esta es la alternativa más eficiente.
Para quienes piensan en el planeta y en el ahorro
Una opción que resulta práctica en todas las estancias del hogar es la de los vidrios de baja emisividad y alta eficiencia energética. Es una solución que cumple con los tres principales requisitos que se le pueden exigir a un cerramiento perfecto en cualquier habitación de la casa:
- Gran cantidad de luz
- Alta eficiencia como aislante térmico y acústico
- Resistencia y protección
En la actualidad es el tipo de vidrio más demandado en las viviendas de nueva construcción y, en general, en todos esos proyectos de arquitectura que ya tienen un ojo puesto en el futuro de un planeta sostenible. Los vidrios de baja emisividad se emplean conjuntamente con el doble o triple acristalamiento para obtener unos resultados sobresalientes en la climatización, la eficiencia energética y la protección de los hogares.
De poco sirve la elección de los vidrios más adecuados si se instalan en un cerramiento deficiente y sin la intervención de un profesional que garantice su correcta instalación. En Alugal ofrecemos un servicio de calidad, avalado por muchos años de experiencia en el sector de las ventanas de aluminio y PVC. El secreto está en ensamblar los vidrios que mejor se adapten a las necesidades de las diferentes estancias de tu hogar en las ventanas apropiadas, utilizando los mejores elementos. Una combinación ganadora que te garantiza la estética, la protección y el aislamiento óptimos.
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