Incluso los más urbanitas son conscientes de que una de las grandes desventajas de vivir en la ciudad es la contaminación acústica. El ruido de la calle forma parte de nuestras rutinas y está vinculado al incremento de la actividad humana y de las herramientas empleadas para su desarrollo. Es una amenaza invisible con la que hemos de aprender a convivir y para la que por suerte ya existen remedios efectivos. Te explicamos algunas alternativas para atenuar el ruido exterior y disfrutar de un hogar mucho más confortable.
¿Cómo nos afecta en casa el ruido exterior?
El hecho de que nos hayamos acostumbrado a su presencia en nuestra vida no lo hace menos peligroso. El ruido exterior es un factor de riesgo para la salud con el que convivimos a diario y del que, además, somos responsables. Esta aparente normalidad con la que hemos asumido su existencia ha hecho que le restemos importancia, pero lo cierto es que hay una estrecha relación entre la calidad de vida y la cantidad de ruido que soportamos a diario.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ruido de la calle “tolerable” no debería superar en ningún caso los 65 dB durante el día y los 55 dB durante la noche.
Sin embargo, estas cifras no siempre se cumplen o se encuentran tan al límite que siguen suponiendo un destacado factor de contaminación.
¿De qué manera repercuten en nuestra vida unos niveles de ruido elevados? Las dos principales enfermedades asociadas al ruido de la calle son el estrés y la ansiedad. El ruido no te permite descansar cuando te vas a dormir, dificulta tu concentración cuando estás trabajando, provoca dolores de cabeza, cansancio, reduce tu rendimiento y modifica tu estado de ánimo volviéndote más irritable y menos paciente.
Esos son solo los primeros síntomas de un entorno sonoro poco saludable. Y es que someterse a este tipo de circunstancias día tras día acaba derivando en problemas de salud mucho más graves:
- Desarrollo cognitivo más lento en la población infantil.
- Aumento de la tensión arterial, la presión cardiaca y la vasoconstricción.
- Alteraciones del metabolismo.
- Trastornos del sistema neurovegetativo.
- Deterioro de la agudeza auditiva.
Hasta el momento, las alternativas para la anulación del ruido existentes en el mercado se limitaban a auriculares o dispositivos de uso personal.
Marcas de prestigio internacional como Bose o Audio Technica han sido pioneras en la fabricación de auriculares provistos de la tecnología necesaria para cancelar determinadas ondas de sonido al contrarrestarlas con otras ondas.
Estos auriculares han supuesto una estupenda herramienta de confort y descanso para los viajeros frecuentes. Gracias a ellos, es posible atenuar ruidos tan molestos como el de los motores del avión, los raíles del tren o las ruedas del coche sobre el asfalto.
Pero, ¿qué sucede cuando esos y otros ruidos desagradables invaden la intimidad de tu hogar?
Muzo: el dispositivo que consigue atenuar el ruido del exterior
Este potente gadget representa un nuevo giro de tuerca en el ámbito de la tecnología del silencio. Es un dispositivo de dimensiones reducidas que, una vez que se ha acoplado a la ventana de cualquier estancia de la casa, recopila todas las ondas sonoras que se escuchan para compensarlas con aquellas que el propio dispositivo se encarga de emitir.
Muzo se financió a través de las plataformas Indiegogo y Kickstarter y durante los últimos dos años ha continuado desarrollándose para ofrecer nuevas prestaciones: crear ambientes en casa, garantizar la intimidad de tus conversaciones privadas en lugares públicos o anular cualquier sonido que te resulte incómodo, entre otras funciones.
La empresa estadounidense Celestial Tribe está detrás de este original proyecto que con apenas 7,5 cm de alto y 16,5 cm de largo permitirá a los usuarios disfrutar de un entorno sonoro más agradable tanto dentro como fuera de casa.
Contrarrestar el ruido exterior con unos buenos cerramientos
Mientras la tecnología continúa avanzando y a la espera de nuevas alternativas que mejoren el confort en el hogar, hasta el momento la opción más eficiente para reducir el ruido de la calle sigue siendo el empleo de unas buenas ventanas aislantes. En este sentido, las carpinterías de PVC se presentan como la alternativa óptima a la hora de reducir el nivel de contaminación acústica dentro de tu hogar.
La marca Kömmerling ha asumido con éxito el reto que supone conseguir un excelente aislamiento del hogar a través del empleo de la carpintería y los cristales adecuados. Para ello ha tenido en cuenta todos los aspectos que intervienen en el denominado “parámetro de atenuación acústica” (R), esto es, la capacidad que tiene una ventana para neutralizar las fuentes de ruido procedentes del exterior del inmueble. Esas variables son:
- Sistema de apertura de la ventana: siempre es mejor optar por ventanas practicables en lugar de ventanas correderas.
- Permeabilidad de la ventana: las ondas sonoras se transmiten a través del aire. Los sistemas de perfiles más avanzados limitan mucho mejor la entrada de pequeñas cantidades cuando la ventana está cerrada. Es por ello que un aislamiento térmico eficiente también supondrá un menor ruido en el interior de casa.
- Espesor del vidrio: el mejor aislamiento acústico es el que proporcionan los vidrios de varias capas unidos por una lámina de butiral. Si entre las capas se añade además una cámara de aire que incluya gases nobles, el resultado es aún más eficaz.
- Carpintería de PVC: este material se destaca por su notable capacidad de amortiguación. Las ondas sonoras lo tienen más difícil para atravesar el PVC por lo que el ruido se atenúa.
- Persianas: son el remate de un trabajo de aislamiento acústico perfecto. Un buen cajón e instalación por un equipo de profesionales especializados en la materia, son garantía de éxito.