¿Tienes invitados en casa y no sabes cómo hospedarlos? Este es uno de los problemas más habituales en fechas señaladas del año. Pero las limitaciones de espacio no tienen por qué convertirte en un mal anfitrión. Con unos sencillos retoques aquí y allá puedes conseguir un lugar para invitados cómodo y acogedor.
Trucos para adaptar la casa a la llegada de familiares y amigos
Para disfrutar de grandes momentos en casa, en compañía de los tuyos, no es necesario llevar a cabo una metamorfosis total del espacio. Teniendo en cuenta que nadie te va a exigir más de lo que puedes ofrecer, hablamos no de reformas sino de retoques temporales.
¿Quieres sacar el máximo partido a esos cambios? Ten muy en cuenta estos tips de decoración para tener una casa de invitados de catálogo.
1. El ambiente lo cambia todo
Cuando la casa está al máximo de su ocupación, los pequeños detalles hacen mucho. A pesar de ese trasiego poco habitual de personas, hay que hacer lo posible por mantener un clima calmado, relajante y acogedor.
¿Cómo puedes mantener ese concepto de “hogar dulce hogar” cuando sois tantos en casa? Estos son algunos trucos infalibles para potenciar el buen ambiente:
- Flores frescas, incienso, velas aromáticas… Las buenas energías también se respiran. No te excedas con los aromas intensos y opta por ambientadores sutiles.
- Buena iluminación. Tanto si dispones de luz natural como si tienes que recurrir a fuentes artificiales, la estancia en la que acoges a tus visitas no puede ser un lugar oscuro.
- Extra de orden. Todo debería estar guardado en cajas o armarios. ¡El desorden es algo que se contagia y va en aumento!
- Espacios personalizados. Aunque los invitados se queden en el salón, durante unos días ese lugar se tiene que sentir como algo único y privado. Incorpora detalles en la decoración que les faciliten tener sus objetos personales a mano y ordenados.
2. Organización desde el primer minuto
No es cuestión de ponerse en plan sargento, pero un poco de disciplina en casa es esencial para mantener una buena convivencia durante esos días. Lo mejor es que los invitados a tu hogar noten que hay ciertas ‘normas’ y que se cumplen en cuanto se entra por la puerta. Por ejemplo:
- Los zapatos se quedan en la entrada y se cambian por zapatillas de andar por casa.
- Bolsos y abrigos van colgados en los percheros dispuestos para ello.
- Hay un espacio en el que dejar las pequeñas pertenencias como las llaves para tenerlas siempre localizadas.
- Nada sucio o mojado (prendas de ropa, paraguas, bolsas de la compra…) puede pasar de ese umbral.
Piensa que cuanto más sencillas y accesibles sean estas pautas, más fácil resultará que todo el mundo se ajuste a ellas. Es un orden sin imposiciones del que todos os beneficiáis.
3. Personaliza la estancia de tus invitados
Aprovecha el momento para lucir tus dotes de buen anfitrión. Los detalles personalizados para los invitados en casa hacen que la experiencia resulte mucho más agradable.
Tal vez no tengas espacio para ofrecerles una habitación individual o un aseo de uso particular. Pero sí cuentas con numerosos recursos para hacer que tus huéspedes se sientan especiales. ¡Como si estuvieran en un hotel de lujo!
- Kit de recibimiento. Una bolsita de golosinas o unos cuantos bombones harán que te metas a tus invitados en el bolsillo.
- Pack de higiene personal con toallas, cepillo de dientes y jabón de manos. Siempre hay algún despistado que no se lleva todo lo necesario.
- Zapatillas para estar por casa, perfectas para que cumplan el consejo número 1 y para que los huéspedes se sientan como en su propio hogar.
- Juego de llaves de casa. Si no vas a poder estar con ellos en todo momento, necesitarán entrar y salir con libertad.
Tu casa para invitados estancia por estancia
Familiares, amigos e incluso visitas inesperadas. Hay momentos en los que te ves en la necesidad de adaptar tu casa para ofrecer una solución de alojamiento provisional que resulte cómoda para todos los que vivís en ella.
Incluso en los hogares más pequeños se pueden hacer algunos cambios para que todos podáis compartir el espacio durante al menos unos días. No son soluciones definitivas y no esperes milagros. Lo bueno es que basta con invertir un poco de tiempo para adaptar la casa a las nuevas necesidades.
Acomodar el salón a las visitas
Con o sin invitados en casa, el salón es siempre una de las estancias de la casa con mayor actividad. Cuando la ocupación del hogar se incrementa, lo más conveniente es apostar por lo sencillo.
Retira lámparas y mesitas para ubicarla estratégicamente en los rincones de la casa. Cuanto más diáfano sea el espacio, más acogedor resulta cuando hay más gente de lo habitual.
Esto también te brinda la posibilidad de que los más pequeños utilicen las alfombras para sentarse o jugar. Junto a pufs y cojines será más sencillo conseguir que todo el mundo se pueda instalar cómodamente mientras pasáis la tarde charlando o viendo una película.
La familia que come unida, permanece unida
Por lo general, los eventos familiares en casa siempre están relacionados con alguna comida. ¿No tienes espacio para todos los comensales? Algo se podrá hacer para salir del paso.
Si el comedor o el salón son demasiado pequeños, opta por un tipo de evento en el que no haga falta una mesa para comer. Siempre será más sencillo colocar unas cuantas sillas plegables extra que tener que habilitar un espacio para que todos estéis sentados con platos y cubiertos. Con el empleo de bancos o taburetes, reduces aún más el espacio necesario.
Si las dimensiones de la estancia lo permiten, no está de más tener una mesa de comedor extensible. Es en este tipo de encuentros cuando te das cuenta de lo prácticas que resultan.
El buen descanso como garantía de una buena estancia
¿Has pensado dónde van a dormir los invitados? Disponer de una habitación extra en casa o de camas-nido en los dormitorios de los niños evita muchos quebraderos de cabeza. Pero hay otras formas prácticas de resolver la situación.
Lo más habitual suele ser instalar a los huéspedes en el salón. El sofá cama es el recurso más socorrido pero, a menos que hayas invertido una cantidad de dinero considerable, es probable que no cumpla tus expectativas como sofá o que se quede muy justito como cama.
Si solo va a ser por un par de noches, resulta más efectivo invertir en un colchón hinchable. Lo sacas cuando hace falta, lo inflas sin esfuerzo y lo devuelves al armario hasta la próxima ocasión. Solución rápida y funcional.
Garantizar el orden y la comodidad en el baño
Lo más conveniente para mantener cierto orden y limpieza en el cuarto de baño es marcar algunos límites. Como lo más seguro es que tengas que compartirlo con tus invitados, debe quedar claro qué es para los huéspedes y qué para los habitantes habituales de la casa.
Los kits de higiene que comentábamos vienen muy bien para marcar estas diferencias. Cada invitado tiene sus toallas y sus utensilios de aseo, así como un espacio habilitado para colocarlos. Este puede ser, por ejemplo, una estantería provisional o una balda que se haya liberado para el uso específico de tus huéspedes.
Si van a pasar una temporada en casa, dispón un cesto de la ropa para ellos. Así podréis organizar mejor las coladas sin comprometer ni una pizca de intimidad.
La cocina como punto de encuentro
Aunque se supone que como anfitriones seréis vosotros los que os encarguéis de todo lo relacionado con el menú, las cocinas siempre son un lugar de paso cuando hay invitados en casa. Tomar una copa, ayudar con la comida, poneros al día… Siempre una buena excusa para juntarse en la cocina.
Si quieres prevenir embotellamientos en esta habitación, habilita un hueco para aquellos que solo están de paso y otro para los que estéis con las manos en la masa. Los carritos para transportar los platos y las mesas auxiliares son de gran utilidad.
Para organizar una cocina sin estrés, lo más sencillo es tenerlo todo previsto: ingredientes, tipos de preparación, tiempos de cocción, herramientas… ¿Un consejo? Adelántate a las visitas y deja listas todas las partes del menú que se puedan congelar o refrigerar. Evitarás apuros y complicaciones y podrás pasar más tiempo con tus invitados.