El verano es una época estupenda para tener un pequeño huerto en casa pero, ¿qué hacemos con las plantas cuando acaba el buen tiempo? Muchos de tus cultivos tendrán que esperar hasta el año que viene, pero para otros menos sensibles siempre te queda la opción de mantenerlos dentro de un invernadero. Extiende tus cosechas fuera de temporada y disfruta de la jardinería durante todo el año.
Ventajas de instalar un invernadero en casa
La jardinería y la horticultura son dos actividades limitadas por las condiciones climatológicas. Por mucho que te esmeres en el cultivo de unos tomates, lo tendrás muy complicado para obtener una cosecha si las temperaturas no son las adecuadas.
¿Cómo puedes ampliar un poco más el tiempo de cultivo y disfrutar con la siembra y el cuidado de especies ornamentales? Con ayuda de un invernadero. Estas estructuras cumplen una función protectora que permite mantener en el interior las condiciones más adecuadas para el cuidado de tus plantas.
Las ventajas más notables de instalar un invernadero en casa son:
- No tiene por qué suponer un gran desembolso. Hay infinidad de modelos de invernadero, desde pequeñas unidades portátiles instalables en cualquier rincón de la terraza hasta casetas fijas de paneles o cristales rígidos.
- Tienes la opción de producir tu propia cosecha de frutas y hortalizas en cualquier época del año e ir experimentando con semilleros de cara a la próxima temporada.
- Mayor control sobre el cultivo, mejora el estado de las plantas y evita plagas y maleza mediante el aislamiento.
- Cultivos más económicos. Al disponer de un espacio con las condiciones de humedad y temperatura adecuadas, ahorras en tierra, fertilizante y agua.
- Mejoras en el rendimiento. Tanto si pretendes cultivas hortalizas como si tu interés se centra en las plantas ornamentales, disponer de un invernadero te proporciona unos resultados más eficientes en menos tiempo.
Criterios para la elección del mejor invernadero doméstico
Si quieres adelantarte al final de la temporada de cultivo y tener tu invernadero listo para cuando empiecen a bajar las temperaturas, este es un buen momento para empezar a plantearte esta inversión.
En cuanto empieces a investigar un poco, te darás cuenta de que el mercado de los invernaderos para terraza o jardín es muy extenso. Para realizar una inversión acertada, te recomendamos que le eches un vistazo a esta guía para elegir el invernadero idóneo antes de lanzarte a comprar.
¿Cuál es el objetivo de un invernadero?
- Si lo que quieres es mantener el cultivo a lo largo de todo el año tienes dos opciones. En el caso de que dediques el invernadero a tareas de germinación y obtención de plántulas de cara al cultivo en exterior cuando llegue la temporada, te interesa un mini invernadero vertical de dos o tres baldas. Si lo que quieres es mantener un cultivo con cosecha, necesitarás un invernadero de al menos 2 m de altura para trabajar con comodidad.
- En el caso de que solo quieras emplear el invernadero como elemento de protección de las plantas ornamentales más delicadas, los invernaderos de estantería (los mismos que los de germinación), son la alternativa más versátil. Un invernadero de PVC será suficiente si vives en una zona cálida. Sin embargo, si los inviernos son muy duros te conviene más invertir en un invernadero de policarbonato.
¿Tienes suficiente espacio en casa?
La limitación más importante en la elección de un invernadero son sus dimensiones. No obstante, existe una variedad de modelos tan extensa que el tamaño no debería suponer un verdadero problema.
¿Qué opciones tienes a tu alcance en función del lugar en el que vas a ubicar el invernadero? Hay dos categorías básicas de invernadero:
- Los invernaderos pequeños suelen emplear o bien un sistema de baldas o bien una mesa de cultivo. No van clavados al suelo, como sucede con los modelos de grandes dimensiones, y están destinados para su uso en patios, balcones o terrazas. Aparte de que no ocupan tanto espacio, siempre tienes la posibilidad de desmontarlo cuando empiece el buen tiempo y volverlo a montar al comienzo del otoño. Son estupendos para guardar plantas de interior cuando llega el frío.
- Un invernadero grande es la opción más recomendada si dispones de jardín o huerto. Te permiten trabajar con todas las alternativas: siembra directa en suelo, mesas de cultivo o baldas para macetas y semilleros. Se utilizan para mantener la producción durante todo el año o para adelantar/prolongar el cultivo profesional. Aunque existen opciones fijas y móviles, por comodidad lo más normal es dejar el invernadero montado todo el año. Con la limpieza y el mantenimiento adecuados, sus materiales están preparados para resistirlo todo.
¿De qué material están fabricados los invernaderos?
La mayoría de los invernaderos se compone de dos partes: la estructura y las paredes. Los materiales en los que estas partes están fabricadas van a influir de manera decisiva en la resistencia y durabilidad del producto.
La estructura de un invernadero suele ser de madera de cedro rojo o pino, de acero galvanizado o de PVC. Al igual que sucede con las ventanas de una casa, las estructuras de madera exigen unas tareas de mantenimiento más rigurosas, mientras que las de PVC son mucho más duraderas y apenas necesitan mantenimiento más allá de una limpieza periódica con agua y jabón.
El PVC es un material ligero y resistente, por lo que es habitual en el diseño de invernaderos pequeños. Por su parte, el acero galvanizado es una buena alternativa para la fabricación de invernaderos medianos y grandes, sobre todo si van a instalarse en zonas muy expuestas a condiciones climatológicas adversas.
Las paredes del invernadero no solo afectan a la estética del producto sino que son determinantes en la creación del ambiente más adecuado en el interior. El polietileno es el material más empleado en los invernaderos de tipo túnel. Aunque su resistencia es limitada y suele ser necesario reemplazarlo cada 3 años, funciona muy bien en climas templados y es apto tanto para pequeñas como para grandes estructuras.
En invernaderos domésticos de tamaño mediano también se suele emplear con frecuencia el policarbonato y el vidrio. En estos casos, el resultado es un invernadero panelado de paredes rígidas, capaz de retener el calor y de proporcionar muy buena luminosidad a los cultivos. Son materiales más resistentes: el policarbonato tiene una vida media de 10 años mientras que el vidrio, con los cuidados adecuados, puede durar para siempre.
Requisitos para la instalación de un invernadero doméstico
Las mesas de cultivo y los invernaderos de tipo estantería no exigen la tramitación de ningún permiso. Al fin y al cabo, es como si decidieras añadir nuevos muebles a la decoración del balcón o la terraza. Con que los módulos estén asegurados y no haya riesgo de que el viento los vuelque o se produzcan otros daños, tienes total libertad para utilizarlos en casa.
Tampoco te darán problema los invernaderos pequeños, tanto si son de tipo túnel como si son panelados. También en estos casos es muy importante que revises bien los anclajes de la estructura. Sobre todo con los invernaderos de polietileno, al ser más ligeros y menos resistentes, hay un mayor peligro de que hagan vela con el viento y acaben rompiéndose o salgan volando.
Los invernaderos de estructura fija y paredes paneladas sí pueden ser objeto de permisos especiales. Aunque existan kits de invernaderos prefabricados y tú mismo puedas llevar a cabo la construcción sin ninguna dificultad, es conveniente que lo consultes antes con la comunidad de vecinos y con el Ayuntamiento. Por lo general, en estos casos se aplica una normativa autonómica o municipal que resulta diferente en cada territorio.