¿Imaginas lo que es vivir en la planta 30 de un edificio? En España tal vez no estamos tan acostumbrados a las grandes alturas, pero en una ciudad como Nueva York, la vida en pisos elevados es algo muy común y no está exenta de ciertos riesgos. Por este motivo y para evitar que se sigan produciendo accidentes, el Ayuntamiento de la Gran Manzana ha pedido a sus vecinos que instalen protecciones para ventanas capaces de garantizar la seguridad de los más pequeños.
Protecciones para ventanas: más que una cuestión de altura
No hace falta pensar en la ciudad de los rascacielos para entender el riesgo que entrañan las alturas. Aunque el nivel de peligrosidad sea inferior, una caída desde un primer piso también puede tener un desenlace fatal. ¿Y quiénes están más expuestos a estos peligros? Como suele ocurrir con casi todos los factores de riesgo, son los niños los que se encuentran en una posición de mayor vulnerabilidad.
Ocurre con el mobiliario del hogar, con los enchufes, las alfombras, los cajones y, por supuesto, con las ventanas y los balcones. Y cuando el factor de riesgo al que los menores están expuestos figura en las principales posiciones en el ranking de accidentes domésticos, las instituciones se ven obligadas a tomar medidas en el asunto.
Es lo que ha ocurrido en Nueva York donde, en apenas un año, doce niños menores de 10 años han caído accidentalmente desde una ventana. Las poco alentadoras estadísticas sobre seguridad infantil han obligado al Departamento de Salud y al Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda a modificar la normativa municipal vigente para exigir a los vecinos la colocación de protectores para balcones y ventanas en todos los edificios de tres o más viviendas en los que residan niños menores de 10 años o sean frecuentadas por estos. Asimismo, en aplicación de esta nueva normativa, los inquilinos de una vivienda están obligados a informar al propietario de si algún menor reside en dicho domicilio.
¿Qué puedes hacer para proteger tus ventanas cuando vives con niños?
Cuando la familia crece tras la llegada de un nuevo miembro, es necesario aplicar una serie de medidas para adaptar el espacio a las nuevas necesidades. Mantener unos buenos estándares de seguridad infantil en el hogar implica extremar las precauciones en algunos aspectos de la vida cotidiana que habitualmente pasan inadvertidos.
Desde protectores para amortiguar los golpes con las esquinas de la casa, hasta anclajes y correas de sujeción para los muebles más altos, seguros para el cierre y la apertura de cajones o cubre enchufes para las tomas de corriente, deberás tener en cuenta numerosos detalles del hogar que, aunque no lo parezca a simple vista, pueden suponer un riesgo.
En este sentido, ventanas y balcones también pueden convertirse en un problema si no se les da la importancia adecuada. Entonces, ¿cómo puedes proteger los cerramientos del hogar para que no supongan un peligro para tus hijos? En primer lugar, utiliza los botones de bloqueo y los mecanismos de seguridad que, ya sea integrados de serie o contratados de forma adicional, te ofrecen las carpinterías de PVC.
Además de ello, estas son algunas de las alternativas existentes en el mercado para la protección de balcones y ventanas:
- Topes de seguridad: es posible que los hayas visto también en cajones, puertas y armarios para que los niños no se pillen los dedos al manipularlos. En el caso de su uso como protección para la ventana, el funcionamiento es similar solo que adaptado al tipo de apertura (ventana oscilante, abatible, corredera…).
- Tiras protectoras: son gomas de protección que se aplican sobre las bisagras, bien pegadas a la superficie exterior o bien atornilladas desde el interior. El resultado es que se evita el hueco en el que los niños pueden lastimarse al manipular la ventana.
- Seguros de apertura: una de las alternativas de seguridad infantil más efectivas a la hora de proteger las ventanas (ver foto anterior). Se trata de un dispositivo metálico con cerradura que va atornillado al marco y a la hoja de la ventana. Un cordón metálico flexible y de gran resistencia une ambas piezas. Para activar y desactivar el dispositivo se debe emplear una pequeña llave.
- Mallas anticaídas: son redes de seguridad aplicables a balcones, ventanas, barandillas, terrazas y huecos de escalera. Lo normal es que emplee un sistema de instalación que permita desmontar con facilidad el dispositivo una vez que no existan riesgos. Por lo general, están fabricadas en nylon multifilamento, son discretas (no producen sensación de ‘encerramiento’) y permiten la entrada de luz y de aire.
- Bloqueos de seguridad: se emplean en ventanas y puertas correderas, y resultan muy prácticos tanto por su discreción como por su facilidad de instalación. Limitan la posición abierta del cristal y se componen de dos ‘alas’ que, en función de su posición (subidas o bajadas), permitirán o no la apertura de la puerta o ventana corredera sin restricciones.
- Vidrios de seguridad: los accesos a terrazas y balcones que incorporan cristales pueden suponer un riesgo tanto para los niños como para los adultos. En ocasiones se emplea algún tipo de distintivo (por ejemplo, una pegatina de color) para advertir de la presencia de la cristalera. Aun así, siempre puede producirse un despiste que conlleve a la colisión con el cristal y a su consecuente rotura. El montaje de vidrios de seguridad templados minimiza los daños causados por este tipo de accidentes ya que, en caso de rotura, este se hace añicos pero se mantiene pegado a una superficie adherente.