¡Aparca las excusas! Las dimensiones de la estancia no justifican el desorden en el salón. El problema no está en que en los espacios amplios sea más complicado hacer que todo esté en su sitio o que en las habitaciones pequeñas la frontera entre el caos y la organización esté algo difusa. Si cada vez que entras a tu sala de estar tienes la sensación de que ha pasado un huracán, aquí tienes la solución. Estos trucos te van a resultar de gran utilidad no solo para poner un poco orden, sino para asegurarte de que puedes mantenerlo sin grandes complicaciones.
Despídete del ‘caos’: las claves de un salón ordenado
Si tenemos en cuenta que el salón es una de las habitaciones con más ‘tráfico’ de la casa, no es difícil entender por qué tiende a ser una de las estancias más caóticas. El desorden en el salón es el resultado de la falta de tiempo, de planificación y también de ideas decorativas que te aporten soluciones funcionales a tus necesidades de almacenaje.
A pesar de que es una de las estancias del hogar que más se utiliza, da la sensación de que cuanto menos tiempo pasamos en el salón, más desordenado está. Esto se debe a que los pequeños descuidos y ‘para luego’ se van acumulando en forma de mantas sin doblar encima del sofá, libros esparcidos por la mesa y objetos que utilizas y no guardas.
Combatir el ‘caos’ al que te enfrentas a diario no es el único objetivo de estos tips para mantener el orden en el salón. Lo ideal es que estas soluciones permitan que esa organización perdure en el tiempo. Para ello deberás tener en cuenta los siguientes aspectos:
Un sitio para cada cosa
Lo peor del desorden en el salón no es solo la mala imagen que genera, la falta de personalidad o las energías negativas que transmite. ¡Lo peor es que pierdes tiempo!
Es probable que las prisas hayan sido las culpables de ese descontrol en tu sala de estar, pero si no le pones remedio cuanto antes solo vas a conseguir que el problema se agrave. La clave de una buena organización en el salón está en una buena planificación: decide dónde van a ir colocados los libros de estudio, dónde las mantas que usas para descansar en el sofá, en qué lugar las llaves, las cartas, los recibos… Y cuando tengas claro este esquema, ¡respétalo!
Decide qué se ve y qué no se ve
En ocasiones, la sensación de desorden no solo está generada por la falta de organización sino por un exceso de objetos. ¿Te has planteado si es imprescindible que todos estén a la vista? ¿Es posible que te hayas excedido un poco con las fotografías, figuras y otros accesorios decorativos?
Antes de ponerte a ordenar el salón, busca el equilibrio. Lo más importante de todo es que en esta estancia tengas siempre a mano lo que más utilizas en tu día a día, así como algún que otro detalle ornamental o artístico que aporte identidad al estilo de la habitación. Muchas de esas cosas que no resultan imprescindibles (colecciones de revistas, apuntes, correspondencia…) pueden guardarse en cajones, cestas o baúles. Pero no caigas en la tentación de ‘esconder’ el desorden en el interior de estos porque solo estarás retrasando el problema.
Aprovecha los huecos
Los salones de dimensiones reducidas son más exigentes. En cuanto algo está fuera de lugar salta a la vista y, aunque no sean demasiadas las cosas que has dejado tiradas en un descuido, esa falta de disposición desmejora el aspecto general de tu sala de estar.
¿Necesitas más espacio para colocar tus cosas? Aprovecha cada hueco, desde el suelo hasta el techo como espacio de almacenaje, con muebles que cumplan con más de una función. Una estantería que revista toda la pared, una ventana enmarcada o el hueco de la escalera son espacios a los que le puedes sacar mucho partido.
6 ideas de decoración para mantener el orden
- Libera espacio: no sobrecargues el mobiliario del salón. Las estanterías y repisas son una buena solución para tenerlo todo a mano pero si te excedes en el contenido transmitirán una sensación de desorden aunque lo tengas todo colocado. Si dejas algunos huecos libres y sustituyes los elementos más pesados como los libros por algo más ligero desde el punto de vista visual, como una plantita o una fotografía, conseguirás un efecto mucho más agradable.
- Coloca los cojines: ¿no vas a utilizar el sofá en las próximas horas? Ahueca los asientos, coloca los cojines y dobla las mantas u otros textiles que hayas empleado para acomodarte. El aspecto del salón cambia de manera notable cuando su mueble protagonista está bien mullido y ordenado. En cualquier caso, evita acumular demasiados elementos en el sofá y emplea los cojines justos.
- Ordena los papeles: la mayor garantía de que no vas a acabar haciendo pilas de facturas, de cartas y de folletos de publicidad que recoges en el buzón es procesar al momento todo ese papeleo. Mantén la correspondencia al día, recicla el papel que no vayas a necesitar y guarda el resto de documentos en el lugar reservado para ello, preferiblemente en cajones o archivadores en los que el contenido no quede a la vista.
- Pon orden en los cajones: los cajones de los muebles auxiliares, las cómodas o la estanterías no son el lugar en el que depositar todo lo que no sabes dónde guardar. Las cajitas y separadores te ayudan a compartimentar estos espacios. Agrupar objetos por categorías es una fórmula de organización que funciona igual de bien en el interior que en el exterior.
- Evita los cables tirados por el suelo: a veces es inevitable, pero existen algunos trucos para disimular su presencia. Entre ellos están los organizadores de cables. Son accesorios discretos que se pueden colocar debajo de una mesa, en el lateral de un mueble o como elemento decorativo en algún rincón cuando se presentan en forma de caja para los conectores. De este modo tienes todos los cables juntos, evitas que se enreden y consigues una imagen mucho más atractiva de estos elementos tan necesarios en el salón.
- No descuides la mesa de centro: es el lugar al que va a parar todo, desde las llaves hasta la caja del paquete que acabamos de recibir o los mandos de la tele. Cuantos menos objetos acumules ahí, mejor aspecto tendrá tu salón en general. Si eres de los que no puede vivir sin disponer de espacio en este lugar, hazte con una mesa provista de soluciones de almacenamiento en la parte inferior. En cuanto a los mandos a distancia, puedes emplear un guardamandos de los que van colgados en el lateral del sofá para liberar espacio en la mesa de centro o recurrir a una pequeña cesta o cajita en la que tenerlos siempre organizados.