La decoración del hogar es un tema muy personal. A pesar de que puedes pasarte semanas buscando en tiendas físicas y on line un determinado accesorio, como una cortina, a veces cuesta mucho encontrar aquello que verdaderamente necesitas. Cuando tienes en mente una idea muy clara de lo que quieres y de cómo lo quieres, puede resultar estimulante lanzarte a la aventura y hacerlo tú mismo.
La alternativa de las cortinas hechas en casa se está poniendo muy de moda, y es sorprendente lo sencillo que resulta materializar tus ideas cuando dispones de algunas instrucciones básicas.
Fabricar tus propias cortinas es fácil si sabes cómo
El resultado de unas cortinas hechas en casa va a depender en gran medida de tu destreza con los trabajos manuales. Antes de ponerte manos a la obra para fabricar tus propias cortinas, pregúntate cómo de bien se te da eso de utilizar hilo y aguja, y cuál es el tipo de técnica que crees que mejor se va a adaptar a tus aptitudes.
Para cada nivel de dificultad un tipo de cortina
Si tienes pericia y te apetece sacarla a relucir, tienes la opción de fabricar tus propias cortinas desde cero. Una alternativa de decoración para el hogar con la que tendrás con exactitud lo que estabas buscando.
Visualiza qué es lo que quieres, porque alcanzar tu objetivo es tan sencillo como ponerte manos a la obra. Para que lo consigas, te dejamos este vídeo de Miss Puppy con indicaciones para fabricar unas bonitas cortinas en casa.
Los ollados son ojales metálicos (generalmente de níquel) cuyo diámetro se ajusta al grosor de la barra y debes colocar en hilera. En función de la distancia que dejes entre las presillas o los ojales, tus cortinas tendrán un aspecto más o menos plegado.
Por el contrario, si la costura no es lo tuyo, lo mejor es descartar opciones complejas en las que necesites echar mano de la máquina de coser o del uso de la aguja. No obstante, ¡no te preocupes! Porque, aunque tu abanico de opciones sea algo más reducido, todavía puedes conseguir unas cortinas sencillas sin tener que realizar ni una sola puntada. Medir, cortar, doblar y planchar es todo lo que necesitas para decorar tu hogar en cuestión de minutos.
¿Tienes muy claro cuál es el toque personal que deseas para la decoración de tu hogar? Si es así, desde la elección de una tela original hasta pegar accesorios en las cortinas o, por qué no, utilizarlas como lienzo para dar rienda suelta a tu originalidad, ¡añade tu pincelada distintiva!
En este sentido, un consejo infalible es imprimir diseños o fotografías (como esta que te mostramos del puente de Manhattan) sobre la tela elegida, algo que funciona muy bien especialmente en la decoración de espacios infantiles.
Antes de comenzar a hacer tus propias cortinas…
Aunque en la mente tengas muy claro cómo deben ser las cortinas para tu hogar, a la hora de pasar a la acción te puedes encontrar con algunas dificultades. Los pasos que te mostramos a continuación te van a ayudar a tenerlo todo bajo control desde el inicio y hasta la colocación de tus cortinas exclusivas.
Elegir la tela adecuada: la elección de la tela tiene tanto que ver con la parte estética de la decoración del hogar como con la parte técnica de la fabricación de tus propias cortinas. Las telas finas y traslúcidas se utilizan sobre todo para los visillos, no para las cortinas. Estas, aunque sean de tonos suaves y tejidos ligeros, tienen que bloquear en mayor o menor medida el paso de la luz.Las cortinas pesadas de terciopelo y chenilla o las telas gruesas, son idóneas en ambientes tradicionales y en lugares como salones y comedores. En cambio, las de tejidos menos contundentes (linos, seda, algodón…) se adaptan mejor a cualquier ambiente y se llevan sobre todo en baños, dormitorios y despachos. Otra de las ventajas de estas últimas es que te resultará mucho más sencillo trabajar con ellas.
Medir la ventana: una vez que hayas escogido la tela que quieres utilizar, debes tomar las medidas de la ventana. Ten en cuenta que la cortina siempre debe ser unos 15 centímetros más ancha y más larga que la ventana para que puedas plisarla y para que cubra bien el cristal.
Dobladillos: tras el corte, la tela se va a quedar poco estética por los bordes. Para solucionar esto tienes dos opciones, puedes recurrir a las técnicas tradicionales que implican hilvanar y coser el dobladillo de las cortinas, o puedes optar por la versión más rápida y sencilla, que es utilizar cintas adherentes.Estas cintas se colocan siguiendo la línea de corte, doblando la tela a la altura que has medido previamente y planchando el dobladillo de la cortina para que la cinta, por efecto del calor, mantenga pegadas las dos mitades. En cualquier caso, hay que bastillar tres de los cuatro lados de la cortina (el superior es el que queda sin tocar, de momento). Bastillar consiste en doblar los bordes dos veces, un centímetro por doblez, y coser o aplicar la técnica de las tiras adhesivas.
El agarre: la manera en la que acabes colgando estas cortinas para tu hogar es la que va a definir el estilo con el que vistes tus ventanas. El modo más sencillo es aplicar un dobladillo más ancho y dejar un hueco central por el que pasará la barra de sujeción. Con esto tendrás unas cortinas con una caída de tipo recto.
Otras opciones para colgar tus cortinas
PRESILLAS
Las presillas son fragmentos de tela de entre 5 y 10 centímetros de ancho (en función del peso de la tela y de la longitud de la cortina) que has de coser en la parte superior para que la barra pase a través de ellas.
OLLADOS
Los ollados son ojales metálicos (generalmente de níquel) cuyo diámetro se ajusta al grosor de la barra y debes colocar en hilera. En función de la distancia que dejes entre las presillas o los ojales, tus cortinas tendrán un aspecto más o menos plegado.
Ahorra dinero e invierte en personalidad
Existen muchos otros estilos de cortina (de tablas, con fruncidos, de pliegues, tipo estor…) pero trabajarlos desde casa y con las herramientas básicas resultaría complicado. Con el esquema que te hemos facilitado puedes conseguir unas cortinas sencillas pero de aspecto profesional.
Esta alternativa para la decoración de tu casa hará que las estancias tengan un toque mucho más personal y te permitirá reducir en gran medida el presupuesto que dedicas a vestir las ventanas de tu vivienda.
Ponte manos a la obra y dale a tus ventanas ese toque genuino que estabas buscando. Tan solo necesitas hilo, aguja, tijeras, un poco de tiempo libre y mucha imaginación.
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