El que no dispone de este espacio extra de almacenaje en casa lo echa en falta, y el que lo tiene, a veces, no se atreve ni a poner el pie en él. ¿Has abandonado un poco tu trastero y ya no sabes por dónde empezar para recuperar el orden? No lo dejes para otro momento y ponte manos a la obra con unos sencillos consejos que te permitirán organizar el trastero y disponer de todo el espacio que necesitas.
Orden en el trastero: esto no es un cajón de sastre
Ordenar el trastero es una de esas tareas del hogar que siempre se quedan en la lista de las cosas pendientes. A medida que se van acumulando bolsas y cajas aumenta también la pereza: ¿para qué preocuparse por una habitación que solo se utiliza para guardar todo aquello que no empleamos a diario?
Pero la procrastinación no suele traer nada bueno y, en el caso de la organización de un trastero, los efectos negativos de estos aplazamientos recurrentes se hacen notar en muy poco tiempo. La primera regla de oro para sacarle provecho a este espacio de almacenamiento es aprender a tratarlo como una prolongación de la casa, que se rige por las mismas reglas de limpieza y organización.
Se acabó eso de dejar maletas tiradas en un rincón, cajas apiladas junto a una pared y objetos esparcidos por cajones y estanterías sin ninguna lógica. A partir de este momento, todo lo que pase por la puerta deberá estar identificado y tener un destino claro. La mayoría de las veces, el caos en el trastero no está provocado por las limitaciones de espacio sino por la falta criterio a la hora de colocar el contenido.
¿Necesitas más espacio o te sobran cosas?
Segunda regla de oro en la organización del trastero: hay cosas que no deberían ir al trastero sino a la basura. Es la ‘trampa’ de contar con esta habitación mágica que parece tener un apetito insaciable a la hora de tragarse los apuntes de un curso que hiciste hace veinte años, los cojines desgastados del sofá o el reproductor VHS que se ha convertido en una reliquia.
Aunque te pueda la nostalgia, hay que aprender a tener criterio a la hora de clasificar lo que se queda en el trastero, lo que se puede reciclar, lo que podrías vender y regalar, y lo que ya no puede tener otro destino más que el contenedor de basura. Cuando vayas a enfrentarte al fin al desorden del trastero, no olvides que saber organizar es también saber desprenderse de lo que ya no te resulta útil.
Accesorios para ordenar el trastero: cada cosa en su lugar
El tercer punto a destacar en la organización del trastero es la distribución del espacio. No importa si tienes el lujo de contar con una habitación espaciosa en la que colocar varias estanterías o si solo dispones de un pequeño cuarto en el que todo debe estar encajado al milímetro. Hay opciones de mobiliario y accesorios de almacenaje que se adaptan a todas las medidas.
Entre los elementos básicos de un trastero bien ordenado no deben faltar:
- Estanterías metálicas: ligeras, económicas, resistentes y fáciles de montar. Las estanterías metálicas son muebles funcionales y versátiles que proporcionan un espacio de almacenaje adaptado a tus necesidades. En los trasteros amplios puedes recurrir a estanterías metálicas con profundidad para sacarle más partido al hueco. Si la habitación es pequeña, utiliza estanterías estrechas y atorníllalas a la pared para garantizar su estabilidad.
- Cajas apilables con tapa: la funcionalidad de un trastero depende en gran parte de su diseño modular. Si dejas tus pertenencias sueltas, en bolsas o en cajas poco resistentes estarás perdiendo mucho espacio a pesar de tenerlo todo ordenado. Las cajas apilables te permiten un mayor aprovechamiento del espacio e impiden que el contenido se dañe o se ensucie con el polvo o la humedad.
- Tableros perforados: ese pequeño espacio que queda libre en la pared y al que todavía no le has dado uso puede resultar muy práctico si sabes cómo habilitarlo. Mediante los tableros perforados puedes convertir una pared lisa en un lugar perfecto para colgar herramientas, brochas, barras o recipientes para el almacenaje de objetos pequeños.
- Armarios con puertas: la alternativa de almacenaje más ordenada, cómoda y funcional es la de los armarios con puerta. Como todo queda asegurado en el interior no tendrás que preocuparte tanto por la imagen que ofrece el trastero nada más abrir la puerta. No obstante, no los utilices como una excusa para trasladar el desorden exterior al interior del mobiliario.
- Barras de techo: no desaproveches la oportunidad que te ofrece el techo. Seguro que muchas de las cosas que guardas en el trastero están mejor almacenadas si las dejas colgando en el lugar adecuado. Desde cables o mangueras hasta perchas para fundas con la ropa que no vas a usar durante una temporada, colgar parte de tus pertenencias del techo te permitirá ahorrar mucho espacio.
6 pautas básicas para garantizar el orden en el trastero
Desde un punto de vista estrictamente práctico, el trastero es una habitación prescindible. Si por algo se caracteriza este espacio, aparte de por estar siempre un poco desordenado, es porque allí van a parar no solo las cosas que ya no utilizamos sino todo lo que nunca nos volverá a hacer falta. Si quieres que esta sea algo más que una habitación para todo lo inservible, mantén unas rutinas de orden en el trastero y evita que se te acumule el trabajo:
- Selecciona: piensa en lo que te resultará útil, en lo que tiene verdadero valor, en lo que seguro que vas a volver a utilizar en algún momento. Organizar el trastero es una estupenda oportunidad para hacer limpieza y deshacerse de todo lo que solo sirve para ocupar espacio. No conviertas el trastero en la habitación a la que va a parar todo lo que ya está de sobra en casa.
- Clasifica: tener bien identificado todo lo que guardas te permitirá prolongar el orden en el trastero durante más tiempo. Cada nuevo objeto que almacenes puedes agruparlo junto a otros artículos de sus mismas características. Ahorrarás mucho tiempo en el momento en que tengas que recuperarlo. Etiqueta las cajas o, si te sientes creativo, fotografía su contenido para hacerte una idea de lo que hay en cada sitio sin necesidad de mover nada.
- Ilumina: lo ideal sería disponer de una pequeña ventana bien aislada que te permitiera llevar luz natural al interior del trastero y ventilarlo de forma periódica para evitar humedades y malos olores. Sin embargo, por el lugar en el que habitualmente están ubicadas estas estancias (sótanos, garajes o naves industriales), no es lo más común. En cualquier caso, asegúrate de que la estancia está bien iluminada y que al colocar estanterías, cajas o bolsas no estás bloqueando ninguna de esas fuentes de luz.
- Distribuye: en la organización del trastero no puedes pasar por alto el aspecto de la accesibilidad. Por pequeña que sea a habitación, necesitas poder moverte en ella con comodidad. Para ello, no olvides dejar siempre libre un pasillo central con espacio suficiente para desplazarte y para desplazar todo el contenido que tengas almacenado.
- Asegura: amontonar objetos sin un plan previo es sinónimo de problemas. Para evitar daños tanto materiales como personales, coloca los objetos más pesados en la parte baja de las estanterías y los ligeros en la parte alta. Los artículos voluminosos y de escaso peso también pueden ubicarse sin problema en zonas altas, sobre todo si están bien identificados y no requieren de mucha manipulación.
- Revisa: si aplicas la máxima de “si algo entra, algo sale”, no volverás a tener problemas de espacio en el trastero. Para ello necesitas disponer de un inventario completo con todo lo que guardas: este control detallado te permitirá ahorrar tiempo y dinero, y evitará que vuelvas a comprar cosas que ya tienes a tu alcance y a las que podrás dar una segunda oportunidad.