Frente a los cristales o los perfiles de una ventana, los herrajes son elementos que con frecuencia pasan inadvertidos para el cliente, por el hecho de que se trata de un aspecto técnico de la instalación. Otras cuestiones como las prestaciones de un cerramiento en relación con los vidrios y la morfología de la ventana pueden resultar más sencillos de comprender. En cualquier caso, siempre es interesante tener unas nociones básicas sobre qué representan estos elementos en el conjunto de la ventana y de qué manera te beneficia que sean de alta calidad.
¿Qué son los herrajes y para qué se utilizan?
El herraje de un cerramiento está formado por un conjunto de piezas metálicas en su mayoría que, funcionando de manera conjunta, permiten la apertura o el cierre de la ventana sin esfuerzo. La ubicación de estas piezas, su material de composición y su mecanismo de funcionamiento son los que absorben todo el esfuerzo de estas maniobras para que el manejo de la ventana sea sencillo y eficiente.
Por otro lado, los herrajes son un elemento activo en la seguridad de un cerramiento, ya sea puerta o ventana. Estas piezas son las encargadas de resistir el empuje del viento, la presión mecánica que ejercen las propias paredes del edificio o las embestidas de un ladrón que quisiera colarse en el interior.
En las ventanas modernas, lo habitual es que solo algunos detalles de estos mecanismos queden al descubierto. Pero, en cualquier caso, la calidad del sistema del cierre de las hojas va a recaer directamente sobre ellos, estén o no a la vista. Por este motivo, con independencia del modelo de herrajes que tengan tus ventanas, procura elegir siempre los que sean de mayor calidad, que son los que utilizamos en Alugal y sobre los que vamos a hablarte en este artículo.
¿Qué marcas de herrajes son las más recomendadas?
Desde una perspectiva profesional, la elección de la marca y las características de los herrajes son importantes a la hora de instalar una ventana. No en vano, junto a los vidrios y la carpintería, se trata de un conjunto de elementos que influye de manera sustancial en la calidad de los cerramientos.
Pero explicar el funcionamiento de estas piezas, sus prestaciones y los mecanismos que la integran no es tarea sencilla. A nivel usuario debería bastar con conocer la categoría de herraje, su tecnología de fabricación y algunos detalles destacados sobre su rendimiento. ¡Vamos a ello!
Las empresas que fabrican este tipo de piezas las someten a estrictos controles de funcionamiento. Solo después de miles de ciclos de simulación se puede garantizar la resistencia de los sistemas de apertura y cierre y su buena respuesta frente al desgaste y la corrosión que provoca su exposición a la humedad.
Por su buena reacción a todas estas circunstancias y su excelente relación calidad-precio, en Alugal trabajamos sobre todo con cuatro marcas de herrajes para ventanas:
- Siegenia: emplea un alto porcentaje de piezas metálicas, lo que aporta una mayor resistencia y un funcionamiento más suave. Dentro de su gama de productos, Siegenia Titan AF Premium ocupa un lugar protagonista.
- Maco: igualan a las anteriores en resistencia al óxido y al desgaste. Además, la marca dispone de un extenso stock en aperturas de uso menos frecuente, como suele ser las que empleamos en domicilios de personas con movilidad reducida.
- GU: sus prestaciones son similares a las de las dos marcas anteriores, aunque su funcionamiento es algo más tosco. El punto más débil es, quizá, que incluyen algunas piezas que no son de metal, pero el resto del sistema compensa la calidad del conjunto.
- Roto: su tecnología se ha quedado un poco anticuada en relación a otras marcas, pero su rendimiento sigue siendo sensacional. A pesar de que la marca no suele presentar grandes novedades, las líneas de producto con las que ya trabaja tienen el éxito asegurado.
Algunos aspectos sobre los herrajes para ventanas que sí deberías tener en cuenta
Suavidad de funcionamiento
Contrario a lo que suele pensar el cliente, los herrajes más toscos no son los más duraderos ni los más eficientes. Cuando estos sistemas de apertura y cierre presentan un funcionamiento demasiado duro existen más posibilidades de que se rompan. Esa sensación de resistencia no es sino el efecto de un mayor rozamiento. Esto puede hacer que alguna de las piezas salte y el mecanismo quede inutilizado. Un herraje que funciona con suavidad no es sinónimo de debilidad sino de alta tecnología.
Es recomendable tener en cuenta la posibilidad de regulación de los herrajes. Cada vez es más frecuente que los fabricantes incluyan estas prestaciones en sus productos ya que suponen una gran ventaja para el cliente y para el funcionamiento de sus ventanas. El paso del tiempo y el peso de las estructuras de la vivienda hacen que los cerramientos se dilaten y que, en consecuencia, la ventana roce demasiado durante su manipulación o empiece a entrar aire.
Los herrajes regulables permiten realizar ajustes para volver a cuadrar las ventanas y prolongar su buen funcionamiento y su eficiencia aislante.
Resistencia a la humedad
A la hora de escoger materiales, en Alugal siempre optamos por alternativas metálicas, galvanizadas y de alta resistencia a la humedad. Son características que en las marcas de mayor calidad siempre vienen de serie y que ofrecen una excelente protección frente al óxido, condición indispensable si el inmueble se encuentra en una zona de mucha humedad o cerca de la costa.
Cierre perimetral
Los herrajes para ventanas que incluyen puntos de anclaje alrededor de todo el marco del cerramiento son mucho más seguros. La presión que puede ejercer el viento o el intento de robo mediante el uso de una palanca queda distribuida de forma perimetral por toda la ventana, algo que reduce el riesgo de que esta se abra o se rompa. Los herrajes perimetrales garantizan una mayor seguridad y un mayor aislamiento térmico y acústico.
Mantenimiento
Los herrajes suelen tener una garantía de 10 años, aplicable solo en el caso de que se sigan las recomendaciones del fabricante y se hagan las regulaciones periódicas que exige este tipo de sistemas de apertura y cierre. Lo más apropiado sería llevar a cabo una regulación cada 3 o 4 años e incluso antes si se trata de herrajes más tradicionales y de funcionamiento más tosco.
Aparte de la regulación, el engrase de los ejes de giro una vez al año y de todos los mecanismos interiores, al menos cada dos años, resulta de gran ayuda para conservar todas las prestaciones de los herrajes como el primer día.